UNEV le da la bienvenida a la Navidad
Entre música y alabanzas cristianas la Universidad Nacional Evangélica (UNEV), en su recinto Santiago, junto a las autoridades y demás colaboradores de la institución, en la mañana de este sábado le dieron la bienvenida a la Navidad, como una forma de mantener, fortalecer y expandir el espíritu de esta temporada mediante la sana convivencia que debe existir en el ámbito laboral, familiar y personal.
Las palabras centrales estuvieron a cargo de la licenciada Santa Ventura, encargada del Departamento de Gestión Humana, quien motivó a los presentes a disfrutar en familia de estos días festivos, al tiempo que les exhortó a reflexionar sobre el significado de esta celebración que conmemora el nacimiento del niño Jesús.
Además, Santa Ventura, a través de la señora directora del recinto, Dra. Johanny Rodríguez, así como de la ingeniera Jovina De La Cruz, encargada de Coordinación Académica, Karina López, de Extensión Universitaria y demás coordinadores y responsables departamentales, destacó y reconoció a los colaboradores de esta academia por el compromiso demostrado, responsabilidad, honestidad e identidad institucional, en procura de alcanzar las metas establecidas de la UNEV.
La actividad, que se realizó en la Plazoleta del recinto, los presentes disfrutaron de un ambiente de paz a ritmo de villancicos, merengues de la época y un caliente y sabroso té navideño, el cual fue brindado con rostro de alegría y satisfacción por parte de María Magdalena Carvajal (Mely), mientras la banda de música de forma magistral ponía ritmos acoplados con el piano, la güira, la tambora y el acordeón; En definitiva, fue una mañana de adoración y gracias al Señor.
La cual fue amenizada por todo aquel se sentía motivado en cantar, hacer un cuento, una historia, referente a esta época tan significativa para la sociedad y el pueblo dominicano, y muy en especial, para la familia uneviana, todo quedando captado en las cámaras de los dispositivos móviles en fotos videos y el lente profesional de José Batista.
Como fue aquel cuento de Ana Cristina, la del departamento de Admisión, quien, con rostro y sonrisa y sonido de campanada, relataba como su madre bailaba y disfrutaba en aquel verano de playa cuando una ola del mar arrastró su dentadura potiza, dejando saber que, de momentos difíciles, todo se debe poner manos de Dios y seguir la vida, como ella, lo hizo, confiada en que las cosas se iban a resolver, como precisamente ocurrió. Sí, un grupo de jóvenes se preguntaban a una distancia de lo ocurrido de qué podría ser eso (dentadura potiza), la señora al ver lo ocurrido se aproximó y vio algo que a ella le pertenencia (…) se puso su prótesis dental y todo siguió su curso, sonriéndole a la vida.