Santo Domingo. El doctor Ramón García Fernández, sostuvo que el siglo XXI se caracterizará por ser la era de la sociedad del conocimiento, que hoy apenas se vislumbra, con todo y sus impactos de los cuales todos somos testigos.
Hablando en el marco de celebración de la Primera Jornada de Investigación Científica Estudiantil, la Universidad Nacional Evangélica (UNEV), ofreció una Conferencia Magistral : “ Retos de la Educación Universitaria Para el Siglo XXI”, donde se enfatizó sobre cuatro pilares que representan el gran reto de la Educación Superior en este siglo.
El primer pilar, es el conocimiento, debido a que este se constituirá el valor agregado fundamental en todos los procesos de producción de bienes y servicios de un país, haciendo que el dominio del saber sea el principal factor de su desarrollo auto-sostenido.
“Una sociedad basada en el conocimiento sólo puede darse en un contexto mundial abierto e interdependiente, toda vez que el conocimiento no tenga fronteras”, dijo.
Además de que la verdadera educación consiste en enseñar a leer, y sobre esto, la gran pregunta: -¿Qué es enseñar a leer?-
Esta interrogante se convierte en el segundo pilar de la educación superior en el siglo XXI.
El tercero, que representa el reto de la educación superior, consiste en la pregunta: ¿Qué es la Educación? , en este sentido, el especialista dijo que desde la práctica, la educación no es más que el intento de formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas, de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen.
Manifestó que, al hablar de educación, surgen unas series de elementos basados en unas sucesiones de intervencionismos, como calificaciones, proyectos, y carreras, que desde un punto de vista interesan a una sociedad.
El científico puso como ejemplo que a la hora de elegir una carrera universitaria, tomando como ejemplo medicina, en su plan de estudio, se proyecta que un médico sepa algo de literatura, sin embargo, esa no es una señal de lo que debería ser la educación, por lo que entiende que eso es sólo justificación de asignaturas como requisitos.
Es por eso, que constituye otro de los grandes retos que enfrenta la educación superior en este siglo, por entender que un plan de estudios, no sólo se nutre de justificar asignaturas, sino, más bien, la formación tendrá que incorporar valores acordes a la sociedad que se desea construir en el futuro, fundamentada en la democracia, la libertad y la justicia social.
Asimismo, el doctor Ramón García Fernández, dijo que los “cambios” que hacen los Gobiernos de turno en el sistema educativo, en un país determinado, incorporan “nuevos elementos para mejorar la calidad de la educación superior”, y representan un dilema, y asimismo, un desafío, pues no hay avance en este sentido.
“Una trasformación en el sistema educativo conlleva por lo menos unos 25 años para saber si funciona o no un modelo”, subrayó.
En tal sentido, agrega, que pretender reformar el sistema educativo cada cuatro años, es un “error total”, puesto que ninguna trasformación se hace de la noche a la mañana, y que para lograrlo se necesita de la voluntad, de todo el sistema y de las entidades, así como los distintos actores de la sociedad.
El cuarto pilar, al cual el investigador hace referencia como parte de los retos de la educación superior, es precisamente, relativo a la inversión prioritaria del país. La sociedad y los gobiernos tendrán que elevar significativamente la inversión a este sector estratégico para el desarrollo de todos los sectores de la sociedad.
Puntualizó, que la mayor interdependencia mundial conlleva riesgos para los países. Aquéllos que sean más competitivos en la escena mundial, serán los que sobresalgan, y el mundo enfrenta el riesgo de una polarización aún mayor a la que hoy se vive. Los efectos de la globalización y la liberalización, tal como se dieron en el último tramo del siglo XX, refuerzan la desigualdad.