Señoras y Señores:
Es la primera vez, en los 35 años de historia de esta Fundación Evangélica Universitaria, en que al mismo tiempo y en el mismo escenario, el ente patrocinador organiza una instalación conjunta con el alma mater que tiene bajo su responsabilidad y cuidado.
Esto de por sí, marca un hito en el devenir de nuestras instituciones, pero a la vez, nos señala la ruta a seguir, como entidades comprometidas con el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, en el sagrado deber de emular, reflejar y propiciar la unidad, la búsqueda del bien común y el respeto mutuo, haciéndolos realidad en todos los actos de nuestras vidas, personales e institucionales.
La Fundación Evangélica Universitaria, a lo largo de su historia, ha debido hacer frente a grandes batallas y superar enormes desafíos, pero nunca, nada como lo que hemos vivido en estos últimos años, donde el mundo y en particular, la República Dominicana, se vio casi paralizada, tras la incursión del peligroso Virus SARS-Cov-2, el agente causal de lo que conocemos como «La COVID-19», virus que obligó a casi todas las instituciones, a reformular sus estrategias de servicios, muchas de las cuales, sucumbieron ante la ferocidad de este mortífero patógeno.
Damos gracias a Dios por las autoridades al frente de nuestra casa de altos estudios. A ellos les tocó reinventarse y hasta cierto punto, reinventar la academia, haciendo la transiciónón de lo presencial a lo virtual, al punto de que, en medio de dicho proceso, se realizaron cinco (5) graduaciones en formato virtuales, invistiendo a más de 5,000 profesionales, bajo tan adversas circunstancias.
Fue de alta satisfacción para nuestra Fundación, siendo compromisaria con los desafíos de la UNEV, acompañar dicho proceso, a fin de viabilizar y facilitar tan relevante esfuerzo.
De igual manera, nuestra prestigiosa y honorable Junta Directiva, se mantuvo más cohesionada que nunca, enfocada hacia el cumplimiento de sus responsabilidades institucionales y dando seguimiento a los compromisos asumidos ante nuestra honorable Asamblea, por supuesto dentro de lo que nos permitían las circunstancias del momento.
Amén del apoyo a nuestra academia, hasta el presente, nuestro único ente patrocinado, en cumplimiento con el compromiso asumido, trabajamos un Plan Estratégico de Desarrollo Institucional, el cual marca la ruta a transitar por los próximos tres años.
Para ello, hemos identificado algunos proyectos, a los fines de involucrar a toda esta fundación, aprovechando los recursos humanos y técnicos, plausibles de ser colocados al servicio de nuestras iglesias y del pueblo en general.
En tal sentido, ya contamos con un proyecto, que ha recibido el visto bueno del Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo y el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología.
Por primera vez esta fundación aborda una iniciativa de alto impacto, para toda la Nación. Se trata de un proyecto en la formaciónón y difusión de valores. El mismo se enfoca, entre otros objetivos, a los siguientes:
– Incidir en combate a la erosión de valores, disminuyendo su impacto en la sociedad dominicana.
– Promover la modelación social de valores cristianos, sociales, éticos y morales en la República Dominicana.
– Rescatar los valores antropológicos y culturales propios de nuestra identidad nacional, al tiempo que promovemos los mismos.
– Promover los valores patrióticos, democráticos y cristianos en las nuevas generaciones.
– Rescatar y promover la espiritualidad dentro de la población dominicana.
– Impactar los medios de comunicación en la implementación de una cultura de valores.
Por otro lado:
La FEU se dirige a la consecución de los recursos, que le permitirá avanzar hacia su autogestión, encaminando acciones para la obtención de recursos propios, tanto para la ejecución de sus proyectos, como para el apoyo a los proyectos de nuestra universidad, motivados en que la academia evangélica, avance en el cumplimiento de sus objetivos fundamentales, a saber: la docencia, investigación, extensión y el emprendimiento.
Los Tales, son objetivos centrados en la consecución del hombre y la mujer nueva, fin último de la FEU y la UNEV.
Otro de los aspectos a poner atención, por esta fundación, lo ha venido señalando nuestro prominente miembro, el escritor Tomas Gómez Bueno, en su artículo “La Casa de la Cultura Evangélica” resalta la importancia del legado de la iglesia, de sus aportes y su historia. Señala, nuestro hermano Gómez que debemos «pensar en nuestra historia, en lo que fuimos, somos y seguir siendo».
Esto obviamente, nos sugiere la puesta en marcha de un proyecto conducente a la elevación del acervo cultural evangélico, es por ello que nos pondremos de acuerdo con las nuevas autoridades, que hoy asumirán las riendas de nuestra academia evangélica, para, juntos, impulsar este sueño, creando las condiciones para hacerlo realidad en no mucho tiempo.
Apuntamos a una Fundaciónn Evangélica Universitaria, conectada con sus miembros, consciente de su papel transformador, de una sociedad que requiere de una modelación moral y espiritual, en todos los aspectos de la vida.
Es por ello, que haremos un esfuerzo, en la promociónn, difusión enseñanza y prácticas de los postulados del Pacto de Lausana, de tal manera que todos los miembros de la FEU, funcionarios y empleados de nuestra universidad, conozcamos y asumamos estos postulados, como parte integral de sus vidas y en el ejercicio de sus funciones.
Estoy plenamente convencido, de que una vez asumido este los postulados del referido Pacto, tendremos una mejor fundación, una mejor universidad, una mejor iglesia y como vía de consecuencia, una mejor sociedad.
Esta Junta Directiva, que asume las riendas de esta Fundaciónn Evangélica Universitaria, se ha propuesto, trabajar de la mano, con las autoridades de la Universidad Nacional Evangélica, a fin de que juntos FEU/UNEV, podamos dar ejemplo de lo que debe ser el accionar de entidades regenteadas por hombre y mujeres lavados por la sangre de Cristo, conteste con aquella elocuente oración de Jesucristo, a su Padre contenida el evangelio de Juan: 17:21. Y cito:
” Para que todos sean uno; como tú, Oh Padre, en mí, y Yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que mundo crea, que tú me enviaste”.
Hemos logrado captar, para esta gestión, un grupo de hombres y mujeres, con la mayor de las calificaciones, experiencia y trayectoria, lo que nos garantiza el rotundo éxito.
¡Claro esta! siempre con la vista puesta en el Señor, quien da la sabiduría y las estrategias, para el logro de nuestros objetivos y propósitos.
Nos honra tener a bordo, sin temor a equivocarme, al educador de más larga trayectoria y experiencia dentro de la comunidad evangélica, principal fundador, de nuestra Universidad Nacional Evangélica, Lic. Andrés Rafael Reyes Rodríguez; al Rector con más larga trayectoria, en la Rectoría de nuestra Universidad Nacional Evangélica, Lic. Salustiano Mojica Rijo; Una mujer luchadora, aguerrida y frontal, la Dra. Aquilina Alcequiez; La pluma evangélica más depurada y proactiva, el Pastor Tomas Gómez Bueno; La sabiduría profesional y pastoral del Dr. José Chery Martínez, y la capacidad jurídica y legal de nuestro flamante Secretario, Dr. Nelson de la Rosa.
Con este equipo y el soporte básico de un grupo de profesionales en la estructura de la FEU, pretendemos, con la ayuda de Dios, entregar a esta sociedad una FEU diferente, que apoye nuestra membresía, aporte a nuestra Universidad; que se coloque como un referente moral -gerencial y un ejemplo para nuestra sociedad.
Finalmente, quiero agradecer el apoyo de todos los miembros de la FEU, que depositaron en este equipo, la confianza, para dirigir los destinos de esta nuestra amada Fundaciónn Evangélica Universitaria para los próximos dos años.
Es claro que hoy, más que nunca, seguiremos necesitando de su apoyo, compañerismo y oración, a fin de que podamos enfrentar los grandes retos que de seguro tendremos por delante.
Con la ayuda de Dios y vuestra compañía, sin dudas, saldremos adelante.
Que el Señor les bendiga.
Muchas Gracias.
Lorenzo Mota King
Presidente FEU