En su discurso con motivo de la Quincuagésima novena Graduación Extraordinaria, el rector de la Universidad Nacional Evangélica, UNEV, Ing. Epifanio González Minaya, llamó a los nuevos profesionales a jugar un papel trascendente en la solución de problemas puntuales de sus entornos: económicos, salud, sociales y naturales.
Aquí el texto íntegro del discurso de la máxima autoridad de la academia.
Distinguidos graduandos y graduandas.
Señoras y señores:
Señores miembros de la clase graduanda de esta Quincuagésima novena Graduación Extraordinaria de nuestra academia, familiares, amigos todos.
Reciban nuestros cálidos saludos y felicitaciones en nombre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo y de la Universidad Nacional Evangélica.
En actitud de regocijo, algarabía y gozo por la satisfacción de una meta alcanzada que despierta esperanza y buenos augurios. Estamos aquí en esta Quincuagésima Novena Graduación Extraordinaria de la Universidad Nacional Evangélica para celebrar y entregar el merecido reconocimiento a 238 profesionales que han cumplido con los requisitos académicos de rigor para recibir los títulos que los acreditan como egresados de los programas de Maestrías en diferentes áreas del conocimiento impartidas en esta academia.
En este periodo especial que vive la humanidad se hace más trascendente, relevante y necesario promover la preparación de recursos humanos del nivel de postgrado, comúnmente conocida como la educación de cuarto nivel. Los profesionales, egresados de este cuarto nivel, magister en el caso de ustedes, están llamados a jugar un papel trascendente en la solución de problemas puntuales de sus entornos: económicos, salud, sociales y naturales.
Ustedes están formados para ser generadores de nuevos conocimientos, propiciar el desarrollo de aplicaciones y tecnologías que den respuestas a las necesidades y problemas que genera una sociedad agobiada por complejos problemas económicos, sociales, ambientales y de salud pública que, en medio de esta pandemia, han puesto a prueba la resiliencia de los ciudadanos de la República Dominicana.
La pandemia del Covid-19 ha afectado la salud física y emocional de la gente, ha sacudido de manera brusca las formas cómo enseñamos y cómo aprendemos; ha aumentado los casos de depresión, ansiedad, desesperanza, suicidio y violencia intrafamiliar. Ustedes, Magísteres de la conducta humana, de la Terapia Familiar, de la Planificación Docente, son los llamados a profundizar sus improntas en el área de la investigación para proponer modelos, y formas de ser y hacer.
Los diferentes prototipos de vacunas contra la Covid-19 han tenido un aliado fundamental en sus fases de elaboración, experimentación clínica y producción industrial en las universidades; a través de la investigación aplicada de alto nivel con la asesoría de investigadores con nivel de postgrado. La investigación es la responsable de generar nuevos conocimientos, nuevas tecnologías e innovaciones que permiten el avance y ampliación de las bases productivas de los países y por ende del mundo.
Apreciados Magísteres: apenas es el principio en la escala de crecimiento de sus habilidades y destrezas; para ustedes terminó la etapa de ser receptores de conocimiento y se transforman en generadores de conocimiento; para modificar los métodos de producción, enseñanza, comunicación, entre otros. Buscando el bien colectivo antes que el particular o individual, haciéndolo todo con calidad, con creatividad y con diligencia, poniendo sus habilidades, competencias y conocimientos al servicio de los más necesitados.
Les toca a ustedes profundizar sus conocimientos, innovar en su práctica profesional y siempre procurar soluciones creativas a los diferentes males socioeconómicos, medio ambientales de nuestro país.
El nivel ético en que ustedes se manejen son el sello o plus de calidad que los marcará como profesionales permeados y transformados por los valores cristianos. Hagan que sus desarrollo profesional y modelo de vida hablen por ustedes de modo que puedan decir como dijo el apóstol Pablo “No necesitamos recomendaciones, porque nuestras vidas son cartas leídas, conocida de todos los hombres” 2da Cor. 3:2.
Independientemente de las circunstancias actuales, la Universidad Nacional Evangélica (UNEV), como cualquier otra universidad, es una academia que existe para la generación de conocimientos, pero la UNEV nació con una marca de identidad. Formar profesionales competentes y pertinentes para un mundo en constantes cambios, marcado con un sólido compromiso ético y moral que los lleve a manifestar el hombre nuevo y la nueva mujer; mostrando que sus prácticas cotidianas son modeladas por la fe.
Ustedes los egresados, representan la marca visible de UNEV en el ejercicio de sus respectivas áreas de formación. Por tanto, esperamos que reflejen los postulados de la academia, y que su práctica profesional sea expresión real e inequívoca de los esfuerzos, compromisos y la dedicación del cuerpo docentes, administrativos y autoridades de esta su Alma Mater.
Apreciados graduandos, que la gracia de Dios y su voluntad bienhechora acompañen su desarrollo profesional y de sus vidas en este largo viaje que emprenden. Que al enfrentar los desafíos que representa el siglo XXI y sobretodo este momento sumergido en esta pandemia y el siguiente estadio de post pandemia lo hagan tomado de la mano de Dios como única garantía de llegar a puerto seguro.
Hoy los entregamos a la sociedad dominicana como los Magísteres del cambio, de la transformación, innovación y soluciones; entendiendo que el titulo más grande que pueda ostentar un ser humano es el de ser humano transformado a la imagen y semejanza del hijo de Dios.
Que nada los detenga, sueñen altos y luchen por sus sueños, que el cielo sea el límite de sus aspiraciones.
¡Que Dios les bendiga!
Muchas gracias.