En un ambiente cargado de fe, unidad y profunda gratitud, la Universidad Nacional Evangélica (UNEV), Recinto Santiago, celebró este sábado el tradicional Culto de Acción de Gracias, con motivo a la Septuagésima Primera (71ª) Graduación, a celebrarse el próximo 26 de junio, en la que se entregarán a la sociedad 403 nuevos profesionales.
La ceremonia tuvo lugar en la Iglesia de Dios Tabernáculo Camino al Cielo, en Santiago de los Caballeros, y contó con una masiva asistencia de estudiantes, familiares, docentes, autoridades académicas e invitados especiales, quienes al unísono elevaron alabanzas a Dios por los logros alcanzados y las metas por venir.
El acto fue encabezado por el rector de la UNEV, Dr. Rafael Reyes, acompañado por la Vicerrectora Académica, Dra. Cándida Jaquez Lebrón; el Vicerrector de Investigación y Posgrado, Dr. José Vanderlinder; la Directora del Recinto, Dra. Johanny Rodríguez, y la Coordinadora Académica, Ing. Jovina De La Cruz, así como coordinadores de carreras y personal administrativo.
Durante su intervención, el Dr. Rafael Reyes, inició sus palabras expresando una profunda gratitud a Dios por haber permitido que la comunidad universitaria llegue con éxito a esta nueva etapa. Valoró el privilegio que representa para las autoridades, docentes y personal administrativo haber acompañado a los estudiantes durante todo su proceso formativo, desde sus primeros días en la academia hasta el umbral de su graduación. Destacó que cada esfuerzo, cada noche de estudio y cada sacrificio personal hecho por los estudiantes ha valido la pena, pues están a punto de ver materializado uno de los sueños más importantes de sus vidas.
El Dr. Reyes subrayó que la UNEV no se limita a la transmisión de conocimientos técnicos o científicos, sino que abraza una misión integral: la formación de profesionales comprometidos con valores cristianos, con una visión ética y humana del ejercicio profesional. En ese sentido, recalcó que la universidad busca moldear líderes que no solo sobresalgan en su campo laboral, sino que también actúen como agentes de cambio en sus comunidades, guiados por principios como la integridad, el servicio, la empatía y la justicia.
“Nuestro compromiso como institución es formar profesionales que reflejen el carácter de Cristo en su vida cotidiana, que vivan con propósito y que ejerzan sus carreras para la gloria de Dios”, expresó el rector con solemnidad.
Finalmente, exhortó a los futuros graduandos a no olvidar su origen ni el fundamento espiritual que han recibido durante su paso por la UNEV. Los animó a enfrentar los desafíos con valentía y equilibrio, recordando que en cada obstáculo hay una oportunidad para crecer.
No siempre será fácil, pero ustedes tienen las herramientas, la formación y, sobre todo, la fe necesaria para avanzar”, afirmó.
Concluyó sus palabras invitando a los estudiantes a mantenerse firmes en sus principios, a ser agradecidos con Dios por cada logro alcanzado y a convertirse en luz en medio de una sociedad que necesita profesionales íntegros, comprometidos y con una visión trascendente de la vida.
Por su parte, la Dra. Cándida Jaquez, Vicerrectora Académica de la UNEV, dirigió unas palabras cargadas de inspiración y propósito, en las que destacó el compromiso permanente de la institución con una educación que combina la excelencia académica con los valores del Reino de Dios.
En su intervención, resaltó que la UNEV no solo se enfoca en ofrecer programas actualizados y especializados, sino que se esfuerza constantemente en integrar en sus planes de estudio la dimensión ética y espiritual, formando profesionales con una visión integral del ser humano y del servicio social.
La Dra. Jaquez enfatizó que el conocimiento debe ir acompañado de justicia, misericordia y fidelidad, principios fundamentales del actuar cristiano. Invitó a los futuros graduandos a ejercer cualquier disciplina con integridad, sensibilidad y amor por el prójimo.
“Allá afuera se necesita más que expertos; se necesitan hombres y mujeres que vivan su fe con coherencia, que traten a los demás con respeto y compasión, y que defiendan lo correcto aún cuando cueste”, manifestó.
La Dra. Johanny Rodríguez, directora del Recinto Santiago, también ofreció unas palabras llenas de motivación y reflexión, dirigidas especialmente a los estudiantes que están próximos a graduarse. Reconoció el esfuerzo y la perseverancia que cada uno ha demostrado a lo largo de su trayectoria académica, resaltando que cada logro alcanzado es fruto no solo del talento individual, sino también de la disciplina, la fe y el compromiso.
“Hoy celebramos no solo lo que han logrado, sino también lo que están llamados a construir desde ahora”, afirmó, destacando el valor de la constancia como fundamento del verdadero éxito.
En su intervención, la Dra. Rodríguez exhortó a los futuros profesionales a no detenerse en esta etapa, sino a seguir preparándose, fortaleciendo sus capacidades, adquiriendo nuevas competencias y proyectando sus sueños con una visión clara y propósito firme e invitó a los estudiantes a caminar con fe, pero también con esfuerzo constante, recordando que los sueños puestos en manos de Dios se concretan cuando se acompañan de trabajo, estrategia y perseverancia.
La exhortación central del Culto de Acción de Gracias estuvo a cargo del pastor Juan Fernando Pérez, quien compartió un mensaje profundo y desafiante, centrado en valores esenciales como la integridad, la resiliencia y la gratitud. Desde el inicio de su intervención, llamó a los presentes a examinar sus corazones y a recordar que los logros alcanzados no son solamente producto del esfuerzo humano, sino también del favor y la gracia de Dios.
“Todo lo que somos y lo que hemos alcanzado proviene del Señor, y a Él debemos honrar con nuestra vida, nuestros talentos y nuestras decisiones”, expresó con convicción.
El pastor Pérez instó a los futuros graduandos a no dejarse seducir por las apariencias ni por el éxito vacío, sino a vivir con propósito y enfoque, guiados por la voluntad de Dios. Subrayó que la verdadera grandeza no radica en los títulos ni en los reconocimientos, sino en el carácter con el que se enfrentan los desafíos de la vida.
“Sean íntegros en lo público y en lo privado. La sociedad necesita profesionales que no solo sepan hacer, sino que sepan ser: honestos, compasivos, firmes en principios, y perseverantes aún en medio de las pruebas”, señaló.
Además, habló sobre la resiliencia como virtud espiritual, recordando que cada obstáculo en el camino representa una oportunidad para fortalecer la fe, madurar y crecer. Animó a los presentes a no vivir atrapados en lo superficial, en lo pasajero, sino a enfocarse en lo eterno, en lo que edifica, en lo que sirve. Cerró su exhortación con un llamado a ser agradecidos en todo momento, reconociendo que el agradecimiento es el lenguaje del alma madura y una puerta abierta para recibir nuevas bendiciones.
Como parte especial del acto se llevó a cabo un emotivo reconocimiento a estudiantes destacados, en honor a su constancia, compromiso, esfuerzo y excelencia académica durante su formación profesional. Esta distinción simboliza no solo el rendimiento académico de los galardonados, sino también su integridad, liderazgo positivo y espíritu de servicio, elementos fundamentales que la UNEV valora como parte de su misión formativa integral.
Los estudiantes reconocidos pertenecen a las diferentes escuelas académicas: Psicología (Clínica, Industrial y Educativa), Nutrición, Enfermería, Derecho, Administración de Empresas, Contabilidad, Mercadeo, Educación, Ciencias de la Computación y Teología. Los reconocimientos fueron entregados en un acto solemne y lleno de significado por los coordinadores de carrera, junto a la Vicerrectora Académica, Dra. Cándida Jaquez, y la Coordinadora Académica del Recinto, Ing. Jovina De La Cruz.
También se reconoció al profesor Genaro Antonio Bretón, por su destacada trayectoria y valioso aporte a la formación de generaciones de estudiantes en la UNEV, promoviendo una educación centrada en los valores del Reino de Dios.
En representación del cuerpo estudiantil, los jóvenes José Rafael Liz, de la carrera de Psicología Educativa, y Francisco Peña, de Enfermería, compartieron conmovedores testimonios de vida, superación y gratitud, que tocaron profundamente a todos los presentes. Con sinceridad y emoción, narraron los desafíos personales, familiares y académicos que enfrentaron a lo largo de su formación universitaria, y cómo, con esfuerzo, fe y el acompañamiento constante de sus docentes y autoridades, lograron culminar esta importante etapa de sus vidas.
José Rafael Liz agradeció a Dios por sostenerlo en los momentos de incertidumbre, y destacó el papel transformador de la UNEV en su vida. Reconoció el apoyo cercano de sus profesores, a quienes calificó como guías más allá del aula, y expresó su orgullo por pertenecer a una universidad que no solo forma académicamente, sino que también abraza y fortalece a sus estudiantes desde lo humano y espiritual.
Por su parte, Francisco Peña relató momentos difíciles durante su proceso académico, pero también cómo el respaldo de la comunidad uneviana le permitió salir adelante. Su mensaje fue un testimonio de perseverancia y esperanza para quienes aún están en el camino.
Ambos estudiantes coincidieron en destacar que la UNEV fue más que una institución académica: fue una familia que les brindó orientación, valores y confianza en medio de la adversidad.
El Ministerio de Adoración “Unción Divina” fue responsable de la ambientación musical que impregnó de espiritualidad y alegría toda la jornada.
Este Culto de Acción de Gracias reafirma el compromiso de la UNEV con una educación basada en la fe, los valores y la excelencia, reafirmando su papel como institución transformadora de vidas y motor de desarrollo para la nación.
