Entre emociones, aplausos y la solemnidad que distingue a los actos académicos de la Universidad Nacional Evangélica (UNEV), el Recinto Santiago celebró la ceremonia de apertura del Internado de Enfermería 3-2025, donde 33 estudiantes fueron oficialmente enviados a los diferentes hospitales de la provincia para iniciar su práctica profesional, llevando consigo no solo conocimientos, sino una profunda vocación de servicio sustentada en los valores cristianos y humanistas de la institución.
Desde tempranas, el Salón Multiuso del recinto se llenó de familiares, docentes, autoridades y estudiantes, todos congregados para ser testigos de uno de los momentos más significativos del proceso formativo de los futuros licenciados en enfermería. Con una temperatura propia de la temporada y con un sol radiante como el de las dos de la tarde, el desfile académico marcó el inicio del acto por aquel pasillo uneviano, que avanzó al compás de la esperanza y la fe.
La actividad fue abierta con la oración de la Ing. Jovina De la Cruz, coordinadora académica del recinto, quien elevó sus palabras al cielo pidiendo bendición sobre cada estudiante.
“Que cada paso que den en los hospitales esté guiado por la sensibilidad y la sabiduría. La enfermería es más que una carrera; es un llamado a cuidar, a sanar y a acompañar con compasión”, expresó De la Cruz, motivando a los presentes a reflexionar sobre el valor espiritual del servicio.
Seguidamente, el recinto vibró con la interpretación de los Himnos Nacional y Uneviano, entonados con orgullo por los estudiantes, simbolizando la unión entre el compromiso ciudadano y la identidad institucional.
El acto continuó con las palabras de bienvenida de la directora de recinto, Dra. Johanny Rodríguez, quien pronunció un discurso de inspiración, cargado de sentimiento y orgullo universitario.
“Hoy la UNEV Santiago se llena de alegría al verlos avanzar hacia un nuevo capítulo. No hay labor más noble que la del cuidado humano. La enfermería requiere de temple, vocación, empatía y, sobre todo, un corazón dispuesto a servir. Ustedes representan el fruto de una formación que combina ciencia, valores y fe”, afirmó Rodríguez, subrayando el compromiso de la universidad con una educación transformadora.
La directora destacó además el papel de la UNEV como institución que forma profesionales con conciencia social y espiritual.
“En cada paciente que encuentren, habrá una historia que espera ser escuchada. Sean instrumentos de esperanza y portadores de paz. Ese es el verdadero sello de un enfermero formado bajo la visión cristiana de esta casa de altos estudios”, concluyó, provocando un prolongado aplauso entre los presentes.
El turno de las palabras centrales correspondió al licenciado Paulo Henrique Fonseca Barbosa, especialista en instrumentación quirúrgica, quien compartió una reflexión sobre los desafíos contemporáneos de la enfermería.
“El mundo de hoy exige profesionales que combinen técnica y humanidad. Las máquinas podrán asistir, pero solo el corazón humano puede cuidar con compasión. La diferencia entre un buen enfermero y un gran enfermero está en el modo en que toca la vida de las personas”, enfatizó Barbosa, animando a los estudiantes a ejercer su práctica con excelencia y sensibilidad.
Uno de los momentos más emotivos fue el mensaje de la licenciada Miguelina Grullón, fundadora de la Escuela de Enfermería de la UNEV, quien con palabras llenas de nostalgia y orgullo recordó los inicios de la carrera.
“Cuando fundamos esta escuela, soñamos con ver generaciones de profesionales comprometidos con la vida. Hoy ese sueño se renueva en ustedes. Cada cofia, cada gafete, simboliza la entrega y la fe que nos han acompañado desde el principio”, expresó, conmovida por el legado que ha construido a lo largo de los años.
Durante las intervenciones, la ocasión fue propicia para que la licenciada Grisell López, directora de la Escuela de Enfermería de la UNEV, expresara con orgullo el compromiso y la dedicación que caracteriza a cada estudiante que emprende el camino del internado. La profesional destacó que este momento representa el punto de conexión entre la teoría y la práctica, donde el conocimiento adquirido en las aulas se transforma en acciones que salvan vidas.
“Cada uno de ustedes lleva en sus manos el fruto de años de esfuerzo, disciplina y vocación. Pero más allá de la técnica, el verdadero valor de la enfermería está en el amor con que se sirve, en la empatía con el paciente y en la capacidad de cuidar con dignidad y respeto. Hoy la UNEV los envía a los hospitales como embajadores de sus principios: fe, ciencia y servicio”, afirmó López con tono emotivo.
Grisell López también exhortó a los internos a mantener siempre viva la pasión por el aprendizaje continuo y la excelencia profesional, recordándoles que la enfermería es una carrera que se nutre del compromiso diario.
Tras su intervención, se realizó la lectura de las insignias de la enfermería, seguida por la entrega de gafetes y cofias a los internos, símbolos universales de responsabilidad, honor y servicio. Un interludio musical ofreció un respiro emocional, llenando el ambiente de serenidad y gratitud.
El acto cerró con el discurso de agradecimiento de la estudiante Ana Capellán, en representación de sus compañeros, quien dedicó palabras llenas de humildad y esperanza.
“Nos llevamos de esta universidad no solo conocimientos, sino una manera distinta de mirar al ser humano. Vamos a servir con entrega, a cuidar con amor y a representar dignamente los valores que la UNEV ha sembrado en nosotros”, dijo entre aplausos.
La ceremonia contó con la presencia de destacadas autoridades del sector salud, entre ellas el Dr. Adalberto Peña, director provincial de Salud Santiago (DPS II); la Licda. Gladis Luz López, coordinadora del Internado Comunitario; la Licda. María Jacqueline Bautista Enríquez, coordinadora provincial de Enfermería de la provincia Espaillat; y la Dra. Yomaris Céspedes, quienes coincidieron en resaltar la calidad académica y el compromiso ético que distingue a los egresados de la UNEV.
El evento concluyó con abrazos, fotografías y oraciones, en una atmósfera de alegría y orgullo colectivo. Así, la UNEV reafirma su misión de formar profesionales de la salud que unan ciencia, sensibilidad y valores cristianos en cada paso de su ejercicio.