Santo Domingo.- En un ambiente de alegría y regocijo, empleados de la universidad nacional Evangélica (UNEV), celebraron el día del trabajo con una fiesta preparada para la ocasión por el departamento de Protocolo y Recursos Humanos.
La celebración fue propicia para reconocer a tres empleadas de por su trayectoria y servicio en la institución.
El rector, Wilfredo Mano Rossi, entregó una placa de reconocimiento a Gladys de León, quien es la encargada de admisiones de la universidad en el recinto Santiago con 28 años de labor ininterrumpida.
Igualmente, se reconocieron con placa a Ramona Castillo y a Luciana Ramírez, encardas de servicios generales de Villa Altagracia y Santo Domingo, respectivamente.
En la actividad estuvieron presentes las principales autoridades de la institución, representada por su rector, Wilfredo Mañón Rossi, el vicerrector administrativo, Rafael Reyes, Santa Guzmán, vicerrectora académica, Zaida Galán, decana Facultad de Humanidades, Dominicana Domínguez, decana Facultad Desarrollo Empresarial, José Vanderlinder, director Recinto Santiago, Cándida Jáquez, directora recinto Villa Altagracia, entre otros.
Los empleados de los tres recintos, compartieron en un ambiente fraternal y disfrutaron de juegos y sorteo de electrodomésticos y tablets.
El rector Wilfredo Mañón Rossi, agradeció a Dios y pronuncio las palabras de bienvenidas a los presentes exhortándolo para que ponga el nombre de la Universidad Nacional Evangélica en alto cada día y sentirse orgullosos de ser unevenianos a carta cabal.
Sobre la fecha
El 1 de mayo, se celebra en diversas partes del mundo el Día del Trabajo o de los Trabajadores, es la fiesta por antonomasia del movimiento obrero mundial y a la vez una jornada que se ha utilizado habitualmente para realizar diferentes reivindicaciones sociales y laborales.
Desde su establecimiento en la mayoría de países (aunque la consideración de día festivo fue en muchos casos tardía) por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago.
Estos sindicalistas anarquistas fueron ejecutados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket.