En esta época de aires navideños, el olfato tiende a confundirse por las distintas degustaciones, al tiempo que los villancicos nos invitan y motivan a tararear algún estribillo musical, no sin antes el picante jengibre lograr sacarnos unas lágrimas de felicidad, que al final tenemos que sonreír, porque es un conjunto de un todo, para compartir y celebrar, si no existe tal, se inventan las excusas que surgen para reunirnos con familiares y amigos. En fin, razones de dar y recibir regalos.
Es por ello, que los colaboradores de la Universidad Nacional Evangélica (UNEV), recinto Santiago, como costumbre y propia de la época de la Navidad, realizó su tradicional intercambio de regalos mediante la dinámica de angelitos, en esta ocasión denominada «Angelitos UNEV 2023«.
Durante tres viernes seguidos los colaboradores de dicho recinto académico, donde participaron la gran mayoría de los departamentos, estuvieron compartiendo un momento de compañerismo y confraternidad, como forma de mantener la sinergia en cada uno de ellos y un espacio de seguir teniendo mayor compenetración institucional y reforzamiento de los valores, las costumbres, la sana diversión como equipo de trabajo y eternos lazos de amistad.
Angelitos UNEV 2023, es una actividad que años tras años ha venido organizando la titular del departamento de Gestión Humana, licenciada Santa Ventura, quien en sus palabras de clausura de esta pintoresca y sana dinámica navideña, dijo sentirse muy satisfecha con la bonita integración y participación de los colaboradores, a quienes le exhortó en el marco de la Navidad, a la unidad familiar, a la empatía, hospitalidad, el amor y el perdón, como bien lo demanda la ocasión.
La clausura de esta tradición se estuvo celebrando en la Plazoleta Estudiantil, espacio donde los participantes dejaron salir su «niño interno«, cada uno de ellos quería saber quién le estaba regalando durante los días de la actividad; Quién había hecho la broma más extrovertida en aquella entrega de regalos sorpresa; Quién se había inspirado en hacer esa carta de amor como un cuento de gran fábula y cargada de mucha metáfora.
Fue de mucha satisfacción ver los rostros sonrientes de ellos (…), cuando lograron descubrir y conocer su angelito secreto; La sonrisa permanente de René, las mejillas rojizas de María, los cuentos de Ana Cristina en los cuales había que reírse por obligación, porque amenazaba con repetir otro, la dinámica de Manzueta y bonito modelaje, la chispa de Santa, ni hablar de Batista y Paloma, son momentos que quedaran en ese entorno con el objetivo de mantener viva esta tradición, de un sano compartir.
¡Que viva la familia, que vivan los bonitos momentos, que perduren las amistades, arriba la UNEV!