Bajo un ambiente de muchas emociones y con un atardecer radiante, lleno de luz y esperanza, ante un color blanco que simbolizaba de pulcritud, la nobleza y el desprendimiento humano, la Escuela de Enfermería de la Universidad Nacional Evangélica (UNEV), recinto Santiago, realizó la trigésima primera promoción de internado correspondiente al cuatrimestre 1-2024, etapa donde los estudiantes, por un periodo de seis (6) meses, se insertan en el campo de su área profesional a poner en prácticas sus conocimientos.
Para ello, un total de 28 estudiantes (27 del sexo femenino y 1 masculino), con su lema o frase: Florence Nightingale ( ruiseñor de Florencia) recibieron las insignias que las y los califica para realizar sus prácticas en centros de salud (hospitales, clínicas, policlínicas y afines), para poner a la orden de la sociedad todo lo aprendido en las aulas, para darle asistencia a los pacientes que, dentro de sus prácticas universitarias, les toques atender y cuidar, de la mano de los valores cristianos, humanos y profesionales.
En una capilla, que reinaba con decenas de estudiantes, sus parientes, colaboradores de la institución académica e invitados especiales, fue propicia la ocasión para tener ese colosal grado de gratitud y poner en las manos y decisión de Dios el desarrollo del acto, para ello, el pastor Fredy Peña, inspiró a los asistentes hacer una oración al Todopoderoso; Dicho escenario quedó apto para las palabras de bienvenida a cargo de la Coordinadora Académica Jovina de la Cruz, quien agradeció a los estudiantes por confiar en la UNEV para la formación y acompañamiento de sus procesos de aprendizaje en la rama de la salud y, a quienes invitó a continuar con sus estudios y capacitación constante en su área, para así, consagrarse como profesionales competitivos y valiosos, en momento que la sociedad necesita de sus atenciones, en específico, lo más vulnerables en términos sociales y de poder adquisitivo.
En tanto, la directora del recinto, Dra. Johanny Rodríguez, exhortó los estudiantes de enfermería, que hoy se encarrilan al internado, a destacarse en sus funciones, de que sean responsables en sus asignaciones, con el alto grado de la empatía, la solidaridad y de ser promotores del buen servicio en el entorno de sus compromisos profesionales.
En tanto, la directora del recinto, Dra. Johanny Rodríguez, exhortó los estudiantes de enfermería, que hoy se encarrilan al internado, a destacarse en sus funciones, de que sean responsables en sus asignaciones, con el alto grado de la empatía, la solidaridad y de ser promotores del buen servicio en el entorno de sus compromisos profesionales.
La Dra. Rodríguez, en sus palabras centrales también motivó a las/los estudiantes de enfermería a no desmayar, ser resilientes ante cualquier adversidad en el camino de sus prácticas (internado) y, que, en dichos momentos, pongan en práctica todo lo enseñado por los profesores de las aulas y la filosofía de la Universidad, que es la confianza en Dios. Sus palabras fueron motivos para que una voz con destello de paz y esperanza, iluminara el escenario con la adoración de Caterin Rodríguez.
De igual modo, la directora de la Escuela de Enfermería, visiblemente emocionada y con ojos llorosos de alegría al ver y poder entregar a la sociedad consagrados profesionales, la licenciada Grisell López, en sus palabras de clausura, se empeñó en recalcar a los estudiantes a seguir poniendo con dedicación, ahínco y empeño sus saberes a favor de la sociedad desde el ámbito espiritual, ético y profesional al lugar donde vayan a realizar sus prácticas.
Las y los estudiantes de enfermería posterior fueron distinguidos al momento de colocarles las insignias, las cuales, a través de la historia de la enfermería, a esta se le ha identificado por esos símbolos que justifican su identidad: Capa, Lámpara, Cofia y por supuesto, su vestimenta de color blanco.
Marcando cada uno de estos atuendos, un significado. El uniforme blanco, el conjunto de cualidades que tienen estos profesionales de enfermería, enfocadas a dar a entender que poseen disciplina y una esmerada atención límpida a sus semejantes, tanto del alma como del cuerpo. La Cofia de color blanco, simboliza el honor de la distinción y la responsabilidad con la cual se identifica a la enfermera/o, entre otros miembros del equipo de salud como el profesional dedicado al cuidado de las personas; Además, simboliza el avance académico, el compromiso y la responsabilidad ética y moral con la que deberán desenvolverse los estudiantes en su entorno.
La actividad también contó con el apoyo y la presencia Magdalena Sepúlveda (Internado Hospitalario), Gladis Luz López (Internado Comunitario), Miguelina Grullón, fundadora de la Escuela de Enfermería de la UNEV, entre otros colaboradores y participantes de esa casa del equipo de altos estudios.
Hay que resaltar que la labor de este profesional de la salud (enfermero/a) es lograr con su conocimiento, aunado a la calidad humana, poner en acción el trato que un paciente necesita recibir, basado en el amor al prójimo.