Vivimos en una sociedad con escala de valores alteradas, dice el vicerrector administrativo de la UNEV - Universidad Nacional Evangélica - UNEV
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Santo Domingo. El Ing. Epifanio González Minaya, Vicerrector Administrativo de la Universidad Nacional Evangélica (UNEV) sostuvo que la actual sociedad en que vivimos está caracterizada por una escala de valores alterados que ha trascendido en el ámbito del evangelio y las fronteras de las comunidades de fe.

El académico dijo que este tipo de cultura afecta la relación social, productiva de la sociedad, incluyendo las entidades para-eclesiásticas, concilios evangélicos que con frecuencia se ven afectados por el “Dios material”, por el “dame lo mío”, situaciones que afectan el trabajo, la capacidad de entrega y el servicio.

“Vivimos un mundo que desde la aparición del pecado en el huerto del Edén el enemigo tiene una influencia que ha trastornado la sociedad, la escala de valores, y cosas que necesitamos como el dinero, los bienes materiales para satisfacer necesidades, el enemigo (Satanás) la ha convertido en “Dios”, y considerar que tener tales cosas es lo mejor”, añadió González Minaya.

Al comparecer en el espacio de los devocionales que cada lunes realiza la academia en el recinto Santo Domingo, el vicerrector administrativo al exponer el caso del Salmista Asaf en el caso del Salmo 73, explicó que cualquier actividad pecaminosa para muchos se constituye una fuente de producción de riquezas.

En su mensaje el Ing. Epifanio González Minaya, sostuvo que el texto escogido, es una reflexión donde el salmista empieza reconociendo a Dios como bueno, especialmente con los limpios de corazón. Sin embargo debe reconocer que él no se puede incluir en este grupo.

Al final de su reflexión el Vicerrector Administrativo, dijo que hoy se desarrollan prácticas teológicas y corrientes de pensamiento que proclaman que la bendición de Dios está condicionada en acumulación y la demostración de riquezas, no importando cual sea el fin para conseguirla, sino por la bendición que Dios provee y que ésta no añade tristeza.

 

Público del devocional

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