Este evento, considerado la «segunda independencia», evoca la valiente lucha de los dominicanos por preservar la independencia y soberanía que habían alcanzado el 27 de febrero de 1844.
La anexión
La anexión a España la ejecutó el presidente Pedro Santana y se llevó a cabo el 18 de marzo de 1861, en la plaza frente de la Catedral, ahora Zona Colonial, donde se hizo la proclama acompañado de su gabinete, disparando decenas de cañonazos, se izó la bandera de España en la Puerta del Conde donde Santana proclamó la reincorporación a España expresando a viva voz ¡Viva Doña Isabel II !, según se describe en la obra «Historia del Pueblo Dominicano», página 257.
Pero, como el proyecto se hizo sin consultar el pueblo siempre fue rechazado por gran parte de la población.
La Restauración
El 16 de agosto de 1863, Benito Monción y Santiago Rodríguez, José Antonio Salcedo, Gregorio Luperón y Gaspar Polanco acompañados de 80 hombres cruzaron la frontera y entraron al territorio nacional por Capotillo, Dajabón donde procedieron izar la bandera nacional y proclamaron enfrentar el ejército español.
Acto seguido las tropas dominicanas se desplazaron sin resistencia por Dajabón, en dirección a Santiago, pero entre el paso del río Macabón y Guayubín, Montecristi, los restauradores se encontraron con la tropa del «denominado hombre duro» y comandante español, jefe del batallón San Quintín y gobernador de Santiago Manuel Buceta, que había salido a enfrentar los restauradores, dando lugar a los primeros enfrentamientos.
Los dominicanos bajo el mando de Pedro Antonio Pimentel y Benito Monción se enfrentaron a la tropas de Buceta, a quienes en poco tiempo de les ocasionaron múltiples bajas y los españoles tuvieron que emprender la huida.
Buceta en su escapada cambió de rumbo, desplazándose hacia la costa norte con la finalidad de retornar a Santiago, pero los dominicanos en caballos y mulos lo persiguieron y en la comunidad de Doña Antonia, ahora próximo a la entrada de Punta Rusia, en la autopista Duarte, de nuevo lo alcanzaron realizándose otro combate dando lugar a la segunda derrota en 24 horas y Buceta ahora con pocos hombres corría tratando de retornar a Santiago.
El 22 de agosto las tropas restauradoras volvieron a enfrentarse con los españoles en Guayacanes, ahora comunidad de Valverde, ocasionándoles una tercera derrota y donde murió el coronel Alejandro Robles, considerado uno de los militares más preparado del ejército español.
Después de varios choques entre ambas tropas en varios lugares de línea noroeste, el pánico se apoderó del ejército español, quienes retornaron a Santiago, donde recibieron refuerzo de Santo Domingo, según describen los historiadores.
El comandante Buceta, retornó a Santiago, y los restauradores comenzaban celebrar por haber tomado las ciudades de Dajabón, Montecristi, Valverde y Santiago Rodríguez.
El 31 de agosto el general Polanco llegaba a Santiago con 1000 hombre y de inmediato comenzó asediar las tropas de Buceta que se habían refugiado en la fortaleza San Luis.
En medio de la tensión, Buceta disparo los cañones de la fortaleza con piezas rellenas de trapos cargados de alquitrán para hacer fuego en los techos de canas de la ciudad ocasionando un gran incendio en la ciudad de Santiago.
Los restauradores tuvieron que retirarse hacia las afuera de Santiago específicamente Gurabito, La Otra Banda, Los Chachases, acción que le permitió a los españoles reabastecerse de alimentos y comenzar su escapada hacia Puerto Plata.
Entre los días 5 al 9 de septiembre del 1863, Buceta estaba proponiendo capitulación a los restauradores, pero aprovechaba para continuar sacando sus pertrechos militares hacia Puerto Plata, donde había llegado el brigadier Rafael Primo, procedente de Cuba, con un batallón de hombre para darle apoyo.
El 14 de septiembre, después de la salida de los españoles, los restauradores escogieron su primer gobierno como presidente de la República con asiento en Santiago y fue nombrado el general José Antonio Salcedo y como vicepresidente Benigno Filomeno de Rojas, dando inicio al Gobierno restaurador.
El 15 de septiembre salió para Santiago desde Santo Domingo, el general Pedro Santana con un ejército compuesto de cazadores de Bailen San Marcial, pero las tropas en Sillón de Viuda, se encontraron con una tropa comandada por Luperón y obligaron a la tropa de Santana a replegarse con pérdida de varios hombres.
El 16 de agosto de 1865 quedó proclamada la Restauración de la República Dominicana.